Entre los girones
de su historia,
abandonó la casa,
escapando del odio
y las mentiras.
Lo dejaron ir
sin luchar
y la sombra de su figura
encorvada se extendió
en las paredes de la
alta muralla.
Desde la ventana
del ático, un niño
intentó llamarlo,
pero las palabras
se confundieron
con la impotencia
de querer gritar,
de no querer sufrir.
9 comments:
Fer:
me duele el dolor del niño. En algún lugar de nuestra alma hay un niño así, que grita impotente en silencio.
Uff!
Te dejo un beso
Tienes un blog muy honesto y hermoso, sin duda alguna. Me gustaría formar parte de tu vida, que sepas no me olvido y llevo 9 días buceando en este blog.
Un abrazo enorme
Huir... siempre se huye del dolor. Sin dolor, sin dificultad... simplemente no se aprende.
El niño morirá siendo niño... no hay remedio.
Creo que conozco a la persona que escribe este blog... creo que sí... Sabes algo de los Poetas No Leídos??? Tengo el presentimiento que va por ahí la cosa...
http://lrojo.blogspot.com
Dolor,
ahora que te vuelvo a ver,
ahora que estaré de pie,
en el centro de un salón;
ahora que te miro, escúchame.
Dolor,
en el fondo de un salón,
yo te encuentro en mi canción.
(Extracto de un tema compuesto hace años...)
-Gracias por linkearme. me encanta leerte.Un beso.
(Espero tu comentario en mi último artículo...)
La ditancia que hay ente el grito y el silencio es igual a cero, Fernando. Un beso.
en algún momento hay que dejar atrás el mundo de las sombras para
dedicarse a lo que sea. para avanzar. Pero las sombras permanecen y nos esperan cada cierto tiempo en su azotea, para que las comprendamos y consolemos un rato.
un abrazo!
Y es que un niño es la inocencia pura y su dolor es el más doloroso.
si absolutamente las sombras estan alli, esperando nuestros consuelos, pero debemos evolucionar de lo contrario seriamos parte de la sombra
Y Ay, conmigo pone el dedo en la llaga, es como leer lo que no está escrito. Lo abrazo don Fernando y salgo sin mirar la puerta
Post a Comment