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Monday, November 28, 2005

La lista

Saltó de la cama
ante los
golpes insistentes
sobre la puerta
de calle.
Los perros
ladraban inquietos
y una sombra de temor
parpadeó en sus ojos
somnolientos.
Los empujones arreciaban
y algunas luces
aparecieron en las
casas vecinas.
Trató de romper
los papeles que
poblaban el
escritorio,
mientras manoteaba
la granada guardada
en uno de los cajones.
El estrépito que produjo
la puerta al estrellarse
contra el piso,
le mostró a la
patota que
ingresaba raudamente
en la pequeña sala,
como jauría hambrienta
tras la presa.
Alcanzó a romper
la última hoja con
la lista de nombres,
desprendió
el anillo del seguro
y, como fruta podrida,
lanzó la granada
en medio de los papeles.

Thursday, November 24, 2005

Ojos azules

Azules eran sus ojos
escondidos en
negras pestañas
que, al leve parpadeo,
me impulsaban
a hundirme en ese
rostro de porcelana.
Ella había cumplido
quince años.
Yo arañaba los
catorce
y aquel sueño
parecía inalcanzable
salvo que tuviera
un bajel pirata
armado hasta los
dientes.
Veinte años despúes,
en una fiesta de año
nuevo visitando a mis
parientes,
me ubicaron en una
mesa compartida.
La reconocí de inmediato.
Tenía los mismos
ojos seductores
y un marido algo pesado
que intentaba explicarme
la teoría del yo no
se qué.

Monday, November 21, 2005

La cicatríz

La cicatríz le cruzaba
la mejilla izquierda
como señal inequívoca
de una pelea a cuchillo
tiempo atrás.
Solía pasear
por la plaza en las
tardecitas de verano
cuando el sol perdía
fuerzas entre los
jacarandá floridos.
Sentía una curiosidad
tremenda en preguntarle
el orígen de aquel costurón
algo pálido,
pero, cosas de la vida,
mi madre nos tenía
prohíbido hablar
con extraños.
Cuando pude sortear
los designios maternos
retorciendo las culpas
por el pecado de
preguntar lo que no
se debe,
el ruído del tren
que pasaba en ese
momento,
me impidió escuchar
la respuesta.

Thursday, November 17, 2005

El exilio

Justo allí ,
donde la vista
no alcanza a divisar
las altas cumbres,
avanzaba la mula
al borde del
precipicio.
Montaba la bestia
un hombre con poncho
y boina de pura lana.
La mirada fija
en el camino,
las manos firmes
en las riendas
y los labios azulados
por el frio,
una oración
dejaba escapar
un vapor blanquecino.
Oscurecía
en los farallones de
piedra gris
y los talones golpeaban
los flancos
para apurar el paso.
Empezaba el largo
camino del exilio,
cuando alzó vuelo
un cóndor de
majestuoso porte,
saludando a ese
extraño ser,
que osaba pasar
por sus dominios.

Monday, November 14, 2005

Cascabeles

El cascabel del viento
hizo flamear
la melena de un
amarillo intenso.
Se irguió, lentamente,
con lentitud de pantera
buscando
en el bolso
aquel papel arrugado.
Tuvo pánico de sentir
el terrible deseo
de desandar el
camino.
Las luces del
paseo se hicieron
más pálidas y un
nubarrón de negros
presagios apareció
en el poniente.
Quizo, pero no pudo.
El volcán desató
un rio de lava entre
sus dedos temblorosas
y el papel apareció
súbitamente.
Ahí estaba escrita
la sentencia.
No tenía alternativas.
Empuñó el arma
y partió para siempre.

Thursday, November 10, 2005

Fiesta patronal

El repique
de las campanas
lo despertaron
brúscamente.
Mientras intentaba
ubicarse en tiempo
y espacio,
el estruendo de los
fuegos de artificio
empezaron a inundar
el pequeño dormitorio.
Terminó de despertarse
y se dió cuenta
que era casi
medianoche.
Buscó a tientas sus gafas
y entre palabrotas
murmuradas
a la par que los
bostezos,
alcanzó la ventana .
Afuera todo era
canto y baile.
La fiesta patronal
estaba en su apogeo y
el revuelo de los bailarines
barría la plaza
pueblerina.
Nadie se había percatado
que desde esa ventana
el alcalde no tenía
cómo explicar que no
bajaba al bailongo,
porque algún desgraciado
le había robado
los pantalones.

Monday, November 07, 2005

El precio

El tintineo
de las monedas
sobre el plato de loza,
incubó la codicia
en los ojos del hombre
que,
bebiendo un tinto
con gusto a quebracho
en el fondín
de mala muerte,
esperaba la oferta
para arreglar
el negocio.
Le pareció justo
el precio,
terminó el vaso
de un trago rápido,
palpó el cuchillo
en la funda
y salió casi corriendo,
para cumplir con
lo pagado.

Friday, November 04, 2005

Una sombra alargada

Entre los girones
de su historia,
abandonó la casa,
escapando del odio
y las mentiras.
Lo dejaron ir
sin luchar
y la sombra de su figura
encorvada se extendió
en las paredes de la
alta muralla.
Desde la ventana
del ático, un niño
intentó llamarlo,
pero las palabras
se confundieron
con la impotencia
de querer gritar,
de no querer sufrir.

Tuesday, November 01, 2005

El interrogatorio

No pudo resistir
el interrogatorio.
La fria sapiencia
del interrogador
y la debilidad
del interrogado,
hicieron fácil la tarea.
La picana y las tenazas
habían trabajado
con profesionalidad
casi perfecta.
En el lóbrego calabozo
estaba terminando
de escribirse una historia,
una más de esos seres
desgraciados que
caminaron por esta
América nuestra,
en aquellos siniestros
años.