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Sunday, October 09, 2005

Sin aliento

Frente al altar
de los santos sin nombres,
oraba Francisca
por aquel niño muerto.
Su vientre plano,
sus pechos henchidos,
la mirada nublada
y la canción de cuna
muda en la boca
sin aliento,
la llevaron a rezar
ante el ara silencioso.
Allí estaba implorando
una respuesta,
mientras que al angelito
lo velaban en
el portal de las lágrimas.

4 comments:

Daniela said...

los angeles tienen la maravillosa capacidad de estar siempre a nuestro lado sea aqui o muy lejos.......... nos cobijan entre sus alas haciendonos respirar y aliviar nuestras penas
La magia de su luz nos ayuda a brillar en nuestro paso por esa vida

Laura said...

Este poema me hace acordar a uno de los monólogos de "Yerma", en los que ella implora, con impotencia y desesperación también por su hijo - el que nunca nacería.
Uf! Me conmueven ambas imágenes...

Indianguman said...

La imagen de la mujer que ha perdido a su ninio,que se queda con los pechos llenos y sin motivo, es lejos la más dolorosa que concibo.
Solamente buscar consuelos, todos los que se pueda... en este caso la piedad de Dios es necesaria. Y pensar que ese ángel revolotea eternamente, aunque invisible, en nuestros corazones.

Un abarzo!

Lety Ricardez said...

¡Ay Don Fernando, Ay, Ay!
Ese dolor sin nombre no quisiera sentirlo, vengan sobre mí todos los demás reunidos
Un escalofrío me recorre tan sólo pensarlo, no resisto esa imagen
Huyo ante lo innombrable