Es la Navidad
de los niños pobres.
Agujeros en las mangas,
mugre entre los dedos,
hambre de animal herido,
festejan el nacimiento.
No hay globos
ni regalos.
Una hoguera
de cuatro leños mojados
calienta sin ganas
la navidad de los niños
pobres.
No muy lejos,
las risas y los juegos
alumbran el pesebre.
Nadie pregunta
cómo son los niños
pobres.
No gusta
que les muestren
sus miserias.
Prefieren,
en la misa de
medianoche,
iluminar el sagrario
con velas de colores.
6 comments:
ay que se me parte el alma...
Triste estampa de realidad invisible a nuestros lagañosos ojos.
Saludos,
Tino RO
La realidad dolorosamente retratada. Ay Don Fernando si pone usted este poema la noche de Navidad, ni siquiera ceno. Trato de ser compartida, primero con quienes me rodean, las mujeres que trabajan en casa y que casi todas no cuentan con un esposo que provea. Pero es tan poco lo que uno puede hacer, pero se intenta.
La realidad dolorosamente retratada. Ay Don Fernando si pone usted este poema la noche de Navidad, ni siquiera ceno. Trato de ser compartida, primero con quienes me rodean, las mujeres que trabajan en casa y que casi todas no cuentan con un esposo que provea. Pero es tan poco lo que uno puede hacer, pero se intenta.
Fer:
otra vez una estampa de nuestro mundo muy realista, demasiado.
Una estampa de un mundo que se nos enrostra y que ninguno quiere ver.
Tristísimo!
Gracias por tu visita y comentario, siempre bienvenida. También a Mary Carmen le alegrará conocerte.
Saludos
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