Al otro lado del río
junto a las piedras de la orilla,
crecía una flor de camalote
que la riada dejola al pasar.
Una tarde de verano,
cruzando a nado,
me acerqué para mirarla ,
pero un remolino
me impidió avanzar.
Hice varios intentos,
pero conociendo al río,
desistí ya que
esos embudos traicioneros
arrastran sin piedad al menor
descuido.
Entonces, pensé que,
por alguna razón poderosa
la flor estaba protegida,
así como nosotros cuidamos
nuestros propios capullos que
nacen desde el corazón.
23 comments:
que ganas de atravesar de todas formas el río, aun cuando el remolino nos pueda enviar sólo dios sabe donde...
un abrazo, chau
El riesgo implica mojarse los pies y emocionarse por ello.
Abrazos,
Por alguna razón poderosa la flor estaba protegida...
Me ha dejado pensando tu bella fábula.
Un besito
Además de ser bonito, este post huele bien...
Abrazos!!!
Qué espiritual es este poema, tus últimos escritos son claramente más instrospectivos y sutiles (si cabe)
bellísimo, yo me pongo el frac :)
simpre tuve la fantasía de que si caminaba pisando camalotes no podría caeme al agua. Este poema me confirma mi impresión.
Muy bello
yo quiero cruzar ese rio y ver la magica flor camalote
que lindos versos
es verdad cuando cuidamos nuestros propios capullos nacen desde le corazon
gracias amigo por tus saludos ne el Blog de Freyja, el dolor y la utopia logran seguir
besitos y gracias
una linda semana
besos y sueños
Desde Fragmentos, que se haga justica amigo
besitos y cuidate
un abrazo grande
gracias
besos y sueños
Muy bueno la verdad. Tu conclusión es interesante, me parece acertada. Saludos.
Así debió ser, después de todo, el corazón siempre proteje aquello que ama.
Un abrazo entrañable
Hannah
no cruce la reja......cuidado con el río, bravo. onda pero guardian.
oye que extraño lo que dice tu escrito, parece que lo escribiste de tripas y no en el teclado, esta de todo mi gusto.
saludos
será como los diamentes internos que nos permiten saber quienes somos? un abrazo D.F. (deme un ratito para escribirle un mail, por ahora, apenas si duermo un poco)
esas flores protegidas, por alguna razón, son las que más nos atraen, entonces comienza la búsqueda y, en ocasiones, la desgracia.
abrazos
dónde guardas tus capullos?
Bueno, me gusta la forma de protección de la flor, imponente y peligrosa, aunque, seguiria insistiendo, hasta hacer que el río me conozca.
saludos
querido amigo
te doy gracias por tu compañia, siempre eres un lindo amigo
desde el blog de Freyja, se pueden dibujar versos en melodias
un abrazo grande y que estes muy bien
un lindo dia mañana
besitos
besos y sueños
Es hermoso pensar que la fragilidad goza de protección misteriosa. Que así sea.
Por otro lado, es necesario y probablemente inevitable, mojarse en los ríos del riesgo para vivir vivir.
Mi abrazo, querido amigo.
Querido amigo desde Lagrimas gracias
la danza siempre logra un reencuentro
besitos y un bello fin de semana
mi abrazo
besos y sueños
Para proteger lo que amamos somos capaces de cruzar cualquier río... tal vez no sea necesario, tal vez nuestra protección solo confirme la vulnerabilidad de lo protegido. Pero el amor no se detiene en elucubraciones, de allí su grandeza. Muy bello! Y muy visual, puedo ver y tocar cada cosa...
Querido Fernando, parece que por fin salí de la cueva de las correcciones y los trabajos del trabajo... Y aquí me he venido, a mecerme con tus historias y con tus palabras. Un beso.
la naturaleza busca mecanismos invisibles para defender todo aquello que crea, en nosotros esta el respetarlo.
entre por casualidad y me ha gustado tu blog
www.rincondemario.blogspot.com
un saludo
no será raro que recuerde al principito y su flor cuidada en el armazón de vidrio... es un interesante pensamiento dejar que las cosas sean protegidas por el agua... imagina que debe de ser el mejor aliado en un embiste, en alcanzar las profundidades, moldearse a toda forma, recorrer lo inrrecorrible y además de eso, llevar vida en sus entrañas... Sí, el agua y sus remolinos son el mejor escudo protector...
Un beso grande.
Fascinantes los primeros versos, neta.
Post a Comment