Afuera montaban guardia
los sicarios del gobernador
para ajustar cuentas
pendientes desde la última
juerga en el quilombo
de la Marta.
Pensó en escapar
por los techos,
pero desechó la idea.
Con la pierna coja
resultaría casi imposible
escalar el muro
y correr por el cinc acanalado.
Buscó abajo del mostrador
una puerta trampa salvadora
que lo llevara al sótano,
pero el piso de madera,
gastado y sucio,
no mostraba salientes
ni manijas.
El depósito pegado al bar
era inaccesible porque la
puerta de chapa,
estaba cerrada con
tranca y llave.
Se acordó de Antonia
con su mirar profundo,
de su manos cálidas
y su forma de amar
con pasión y ternura.
Esquivó la angustia
que caminaba por las
cornisas de la noche,
y se mordió los labios
para no llorar.
-Dios padre - murmuró
- ten piedad de este indio
estúpido que nunca te
pide nada -; le respondieron
los grillos escondidos en las
paredes carcomidas.
Evidentemente, no había
alternativas.
Recargó el 38 largo,
amartilló el percutor,
escupió el último resto
de tabaco, y salió
a morir matando.
20 comments:
Justo estoy leyendo este poema con un fondo de música mexicana... que coincidencia.
No te puedo explicar lo que cambia su lectura con este fondo!
Me tocó hondo esto de "morir matando", algo que hacen también los toreros en el ruedo.
Esquivó la angustia que caminaba por las cornisas de la noche y nos dejó a nosotros comiéndonos las uñas y rezando por él. Ah que simpatía me ha despertado ese indio loco
Besos a los dos
Morir un poco cada día, a cada instante acercarse a la muerte inevitable y usar el tiempo como excusa para matar la vida propia, a cada paso, a cada paso
Que buen escrito, uf¡¡¡ morir matando....eso ta bien...
Sentimientos puros y recuerdos bellos que se nos vienen a la mente sobre todo en los momentos difíciles.
Lindo post.
Cariños,
Coralya
No quedaba otra altenativa.
Magnífico final. Bueno, magnífico todo. Me gusta ese aire a romance o a copla antigua que tienen estos poemas narrativos. Un abrazo.
Siempre tan bien escrito... en tu línea
Pobre! Bueno, mi imaginación y yo somos bondadosas y ya pasamos afuera, donde se cargó a un par pero por alguna extraña razón logró escaparse... ya sé, es poco probable y no es el sentido, pero quisiera pensar que al menos logró llegar a su casa y abrazar a su mujer antes de morirse.
Morir matando, creo que no podía tener esta historia otro final...
Besos
No recuerdo quién dijo que salir con una pistola a la calle y disparar al primero que pasara era el acto dadaista por excelencia.
Saludos!
¿Quién dijo miedo?
Cuando la salida es la muerte el indio busca quien le acompañe. Otro buen texto don efe.
Saludos del Estado.
amigo, por qué me hace sufrir con estos finales tan trágicos, jeje. Era como ver esa película donde salen Paul Newman y Robert Redford...cómo era que se llamaba?
Me encanta cómo manejas las descripciones en ln pocas palabras. Increíble.
abrazo grande!
A veces al morir sentimos la necesidad de llevarnos algo que nos haga recordar que estuvimos vivos...
todo se paga en la vida, hasta las cuentas de juerga.
Saludos...
Butch Cassidy...
Me acordé de ese film.
Eres mágico con las palabras.
He vuelto a salir de paseo por la blogósfera. Ya tomé mi decisión. Será duro, de hecho aún me duele, pero no hay vuelta atrás.
Gracias por tu opinión el otro día, cuando me fui al fondo del pozo.
Cariños:
Olie
30-3-2006
pero tambien te dejo una huella aqui
besos y cuidate
besos y sueños
Si es necesario morir luchando por la justicia social, hay cosas más importantes que la propia vida.
Un abrazo
morir matando... uff si que me has tenido en angustia... breve consiso y preciso...
un placer como siempre leerle!!
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