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Sunday, October 29, 2006

Historias comunes (II)

La madre la regaló
apenas nacida.
Fue producto
de la violación rutinaria
del patrón con la
mucama.

Nadie en la casa
se dió cuenta,
hasta el quinto
mes de embarazo.
Inventó sobre
un novio pueblerino
por temor a que
la echaran.

La mujer del patrón,
solícita y abnegada,
le habló de unos amigos
que vivían en un país del
norte y que no podían
concebir hijos.

Con 17 años encima,
casi analfabeta y sin
mucha capacidad
de reacción,
entregó mansamente
aquel montoncido
de pelo negro
y volvió al trabajo
sin chistar.

En la cascada de los años,
cuando las luces del alba
asomaban en los amaneceres
campesinos, miraba el cielo
y se preguntaba si aquella
niña que parió alguna vez
fue nada más que una fantasía.

Pero la puntada helada
tocándole el corazón,
le hacía saber que sí
ocurrió, porque una noche
de verano , después
de una farra,
el señor de la casa
la empujó sin miramientos
atrás de la carbonera.

21 comments:

Rantes said...

es una historia que se repite en nuestra tierra....

un abrazo, chau

Laura said...

Fer:
muy real pero muy triste. Te diría que me agobió leerla.

Un abrazo

Eduardo said...

Gracias por todos tus comentarios, tus versos se salen..Muac!

Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx said...

Precioso, los echaba de menos

M.C said...

Que manera tan poetica de tirarnos con la realidad en la cara
Un abrazo

edegortari said...

muy cierto lo que dice m.c..Es una desgracia que eso pase en la vida real. Así es la vida, dicen. Saludos.

Umma1 said...

Se me hace una laguna ahora, pero como esa esa población de Santiago del Estero,donde llevan desaparecidos 30.000 bebés en 35 años?
Multiplicá el poema por 30.000 tan solo para ese pueblo...
Qué horror!

Nidesca said...

sólo tú podías decirlo de esta forma.

abrazos

Anonymous said...

Me pregunto si la niña se enteró de su origen, tan terrible... como dice Rantes, desgraciadamente suena creíble y veraz...

Claudia Castora said...

Me recordó una película chilena: "El desquite", y me recordó a tantas historias más donde abruma el abuso social, sexual, moral y de clases. Tantas historias de todos los días en tantos lugares de un mismo mundo.
Por otra parte, mi amigo, leerte me produce ese sentimiento avasallador que me hace remecer el alma y latir los dedos por volver a escribir.

Un beso

Denia said...

Leerte siempre me sacude... un abrazo!

Lety Ricardez said...

Ay Don Fernando, esta historia es tristemente conocida en nuestro país y en nuestra ciudad.

Tan real como la vida misma.

Le dejo mi respetuoso beso en la frente

Indianguman said...

Una historia demasiado frecuente, de la que tú rescatas toda la ternura y la indefensión en tu magnífico poema-relato-estampa.

besitos mi amigo, el calor lo debe estar tratando bien por esos lados...

Francisca Westphal said...

me gustan tus historias denuncias, es una manera de recordarnos que la realidad tiene siempre miles de aristas (z??) Ya va tu mail pero no he tenido tiempo...

Anonymous said...

Ahoara las chiquillas abortan y se desangran, quedan débiles y marcadas. Las chiquillas pobres. Las chiquillas desamparadas. O las chiquillas que apostaron a seducir, con el cálculo de lo torpes, de los que harían cualquier cosa por salir de la miseria.

Dosifica su tiempo, eh, así veo. Tres cuidados blogs: enhorabuena.

Grandes salutes.

DE-PROPOSITO said...

Comentar este texto,... que dizer, são casos que acontecem em toda a parte do mundo. Nos países pobres haverá menos protecção das vítimas, nos países ricos ou em vias de desenvolvimento fazem chantagem por outros meios.
E fico por aqui.
Um abraço.
Manuel

Ondina said...

Me temo que esa historia o parecida se repite,cambian tal vez los escenarios,incluso las motivaciones por una y otra parte para comportarse así,pero el final,el mismo,vidas destrozadas,porque unos sacian sus deseos,desprovistos de la más mínima pizca de humanidad,no sé qué clase de personas son,ni cómo llamar a esos seres,sé que no empleé a propósito las palabras saciar sus apetitos como animales,porque los amnimales no se comportan así

princess olie said...

Tal como le sucedió a Kiantei, también me recordó la película "El desquite". Y al hijo natural de Esteban Trueba, personaje de "La casa de los espíritus". La diferencia es que ellos permanecieron junto a sus madres.

Es un eterno drama en Latinoamérica: la esclavitud sexual del inquilinato.

Hermosa forma de narrarlo, en todo caso...

Abrazos,

Lila Magritte said...

Y cuánto ocurrió. Fue una situación recurrente que padecieron muchas niñas que todavía miran al cielo preguntándose si ocurrió o sólo fue una pesadilla.

Abril Lech said...

Y la niña,
en un lenguaje extraño se preguntaba, qué era aquel desasosiego que sentía algunas noches, como una puntada helada tocándole el corazón...

Yo creo que de alguna misteriosa forma el dolor de la madre lo siente el hijo en alguna parte de su cuerpo aún cuando no la conozca.

Es una situación cruel,
pero tan lastimosamente real
la que tan bien conviertes en triste poema...

இலை Bohemia இலை said...

El abuso del señor que se cree con poder sobre todo...La indefensión de la mujer me ha angustiado...Retazo de una crueldad que por desgracia es un hecho...

Besos