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Sunday, January 15, 2006

Traición

Tuvo razón cuando
me dijo, mirándome
bien de frente,
que mi traición
le había partido
el alma.

No atiné a balbucear
una disculpa
porque la daga fué
clavada hasta el fondo,
sin misericordia,
y sus ojos,
nublados por el odio,
me escupieron sin piedad.

Cuando las hojas del
otoño intentaban teñir
de blanco
los años de mi vida,
la encontré una mañana,
a la vuelta de una esquina.
Abrí la boca para ensayar
un saludo, pero las mismas
pupilas cargadas de viejos
rencores me
ignoraron para siempre.

20 comments:

Claudia Castora said...

Aún con los años los viejos puñales oxidados de amarguras antiguas se renuevan ante la visión de los mismos ojos, de los mismos recuerdos, de las mismas traiciones.

Poderoso.
Yo suelo escribir largo porque no tengo ese don de atrapar en tan breves líneas, pero en fin, cada uno con sus talentos.
Y el suyo, amigo mío, es de aplaudir.

Un abrazo.

இலை Bohemia இலை said...

Un traición es uno de los actos más feos, cuando has depositado plena confianza y con eso confianza hacen una pelota que lanzan a la papelera el alma queda dañada para siempre y el prisma de tus valores cambia y flota el rencon junto con el dolor...

Laura said...

La traicion duele y jamas sana esa herida.
Me dejaste sin palabras por lo exacto de tu descripcion de los efectos de la traicion.
Tienes alma de poeta.
Besos

Hiscariotte said...

Me es casi imposible no perdonarme cada traición auto inflingida; igual duele.

motoman said...

me llego al alma... ouch....!!!!

Nidesca said...

hay heridas del alma que no sanan, hay palabras que jamás llegan a tiempo.

Daniela said...

la traicion, es como la NO esperanza el NO amor............. la traicion en la NEGACION!

........ que mal sentimiento!

Que no siempre sea asi!

Lety Ricardez said...

Querido Don Fernando:
Cierto que la traición no ennoblece a quien la comete, pero quien odia de tal manera, también sale perdiendo.
Alguna vez alguien muy querido (nada que ver con el amor, sólo con la confianza) me lastimó el corazón y mi oración de petición era, salir del lance sin odiarlo y se me otorgó.
Besos para usted y besos para su pluma.

Gabriela Zayas said...

Querido Fernando, he estado lejos de internet porque fui tan tonta de hacerles exámenes a mis alumnos antes de las vacaciones, y he estado esta temporada post-vacacional entregada a esa tediosa tarea de corregirlos. No he posteado tampoco. Y llego y me encuentro un poema que me habla de un tema que hoy mismo un amigo muy querido me comenta: la traición, el dolor. El dolor corrompe, me dijo hace mucho un amigo español que estaba exiliado en México. El odio puede ser censurable: sin embargo, muestra una cara humana, de sentimiento vivo ¿No se olvida lo bueno? ¿debe olvidarse lo malo? La literatura no debe mostrar el mundo como debería ser, sino como es. Es lo que has escrito, Fernando. Es así. Así de crudo y de duro.
Un cariñoso abrazo.

Claudia Castora said...

Se me olvidaba contarte.
Tuve el enorme placer de conocer a Indianguman hace unos días,
para mí que tengo una capacidad de asombro infinita fue como estar casi frente a una estrella de fama mundial.
Te lo cuento porque hablamos largo sobre tí y quedé gratamente impresionada.
Eso. Un abrazo.

DINOBAT said...

El silencio es el único amigo que nunca te traicionará.....

RODOLFO GAINZA said...

Hermosísimo, doloroso y tan cierto, la traición duele para siempre.
Me has hecho emocionar con tu escrito.
Un abrazo.

Verso said...

La traición de un ser querido debe ser de lo más doloroso de asumir; espero que mis seres queridos nunca cometan tal vileza, no lo soportaría.Un abrazo.

chocolatina said...

Dura poesía.Es dura la traición,y duele mucho,pero no creo que aún así justifique instalarse para siempre en el odio,nada debería llevarnos a odiar perpetuamente.Yo te digo,que me traicionaran o no,si vienen a mí,después de años,con una sonrisa,al menos me gustaría corresponder con sonrisa y saludo,y tal vez un cómo te va la vida?Cuando el dolor se calma(y se calma siempre) hay veces que hasta las peores cosas nos pasan para bien.
Un abrazo

Natho47 said...

no podìa llegar en mejor momento,esta reflexiòn sobre la traiciòn

Francisca Westphal said...

Es que hay dolores que cuesta transformar Fer.. un abrazo para usted...

Emilio said...

¿Existirá el verdadero perdón?

Blog de alma said...

Ahh...somos tan imbéciles que cargamos a cuestas el rencor de años...según se carga se vive.
;)

Ana Isabel said...

es dura la tricion hiere el alma y la envenena de desconfianza, revasa la copa y se tiñe de gris.... la he sufrido muchas veces y es tan cruel como la primera vez.

princess olie said...

La traición siempre acecha, tienta desde la oscuridad...
Querido Fer, yo he sido traicionada, pero trato de no apuñalar con la mirada. Más bien me invade la tristeza: miro su vida y la mía y descubro lo mucho que, él, perdió.
Curiosamente, hoy vengo a visitarte, encuentro tu poema, y coincide con el hecho que, en la mañana, tuve un enfrentamiento con aquél, antes amado, hoy, traidor...

Un abrazo y mil aplausos:

Olie