Followers

Sunday, November 09, 2008

Con el perdón de Gustavo Adolfo.

En medio
del temporal de lágrimas
(las suyas y las mías)
ninguno pudo articular
palabras.
Y casi agotados
por el dolor que
caminaba de puntillas
por los terraplenes del alma,
no tuvimos el valor
de perdonarnos;
ella por mal querida, quizás;
y yo, por soberbia, tal vez.

29 comments:

aapayés said...

Saludos un placer leerte... gracias por compartir poemas tan buenos...

un abrazo

Fernando said...

siempre que hay dolor nada nos queda salvo el recuerdo y la ausencia..abrazos.

Sandra Figueroa said...

Nada es eterno, menos el amor. Quiza falto amor por soberbia, quiza.... pero el amor se va dejando en versos recuerdos. Un beso, cuidate amigo.

TrasTera said...

Creo que cuando uno perdura en el dolor, tarde o temprano regresa el reproche. Como somos verdad? Sabiendo lo que nos curaría las heridas, preferimos echarlo todo a perder.

Un abrazo fuerte!

LiterataRoja said...

tristes despedidas... nos dejan un sabor terrible en el alma, pero mucha, mucha inspiracion...

besos!

George said...

uuuuuuuuuuuuu
me recordó una canción de Daniel F.

Maybe said...

Mal querida...soberbia...tanto dolor en ello.
Me dejaste sumida entre los recuerdos y el silencio.
Saludos.

இலை Bohemia இலை said...

ay la soberbia...que soberbia que es...

Un abrazo poeta

Charo Bolivar said...

Por desgracia la soberbia es inherente al ser humano, hay quien le gusta sufrir por el hecho de no dar su brazo a torcer. Supongo que la vida no les ha mostrado su cara más negra para dejar a un lado ese orgullo inútil.

Un abrazo

Loca y Despistada said...

Tanto dolor de por medio y el orgullo es lo que los viene a separar..

Raquel Graciela Fernández said...

Creo que Gustavo Adolfo estaría orgulloso de este poema.
La historia se repite una y otra vez. ¿Quién no la vivió?
Un beso grande y que tengas una buena semana.

Isabel Barceló Chico said...

Hermoso homenaje, querido amigo. Cuando el orgullo u otros sentimientos que afectan al ego es más fuerte que el amor, éste suele huir a la carrera... Besos admirados.

Anonymous said...

"Tal vez o, acaso"

Muchas veces, el orgullo o la soberbia, acaba con grandes amores.

Un abrazo

MaLena Ezcurra said...

Y así vamos con la sombra enfermiza de la soberbía, deshaciéndonos.

Maravillosas letras!!!!


Un beso Fernando, bello resto de semana.


MaLena.

La peor de todas said...

Al final solo el tiempo logra lo que dos tercas almas niegan (muy a pesar de ellas). Somos tan tontos, Fernando.
Un beso

Malena said...

Hay una sevillana que dice:

"Amores que se han querido, cuando se ven por la calle, o no se dicen adios o se hacen un desaire, por dentro... lloran los dos".

Y tú lo has expresado con toda la sensibilidad del mundo.

Un beso muy grande, Fernando.

Unknown said...

A mí me suele pasar de querer volver a ese tipo de situaciones y momentos. El afán de enmendar, de dar un vuelco a la historia. Claro, ya con otra experiencia encima y con la distancia que hace que uno vea más claro.
(¿Habré actuado con la soberbia del mal querido?)

Un cuadro de situación en tan pocas y certeras palabras. Buenísimo, Fernando.

Un gran abrazo.

La peor de todas said...

MIL MIL MIL MIL GRACIAS!!! Estoy dando saltitos de alegría por los rincones. Un abrazo

Algaire said...

No creo que a Gustavo Adolfo le pareciera mal si lo leyera pues es la misma idea aunque con distintas palabras y escrito en otra época.
Me gustó mucho.

Alyxandria Faderland said...

No se si nos perdonaran, a mi mucho menos quizas, porque todos los años estoy segura que las oscuras golondrinas vendran al nido que le hemos colgado especialmente para tal fin en mi casa. Esa certeza seguro que no me la perdona!

Sandra Figueroa said...

Saludos y beso, cuidate.

Eugenia Cristina said...

Me recordó a Bécquer: "Asomaba a sus ojos una lágrima y a mis labios, una frase de perdón...". El panorama algo diferente, la misma tozudez interior o quizás, angustia que imposibilitaba expresarse. Ambas veces, relatado armoniosamente, ya evocado.

Abrazos cariñosos.

toñi said...

hermoso poema, ha sido un placer encontrarte. Un beso

Anonymous said...

El ego juega un papel determinante entre los humanos. Mis votos porque siempre nos acompañe la sabiduría.

Un abrazo Fernando, un abrazo con gratitud.

Rembrandt said...

Creo que eso ocurre cuando el desamor le ganó su batalla al amor. Ya no hay nada por decir , sólo queda una infinita tristeza por lo perdido.

A Gustavo Adolfo le hubiera gustado mucho, dada su exquisita sensibilidad.
Bello poema.

Te beso y que estes muy bien.

Gwynette said...

Cuando hay lágrimas es que hay dolor y amor. La indiferencia no derrama lágrimas...
No se pudo arreglar? :-(

Besitos

Ondina said...

Tantas veces es así,entre lágrimas ninguno cede,uno por dolido,otro por soberbia...hay cosas,dolores del alama que tienen muy difícil marcha atrás.

Un beso

angélica beatriz said...

El eterno dilema del alma enamorada...

¿Por qué será tan difícil perdonar cuando el amor se hiere?

Bécquer te debe haber perdonado desde el principio :-)

Un beso grande querido Fernando.

Sandra Figueroa said...

Paso a saludar y dejar un beso, cuidate.