El instinto le sugirió
saltar por la borda
de ese amor
a punto de naufragar.
Hizo caso omiso.
Cuando el bauprés
y el trinquete
terminaron aplastados
entre los acantilados,
pretendió retroceder
en el tiempo pero,
la tormenta que
se abatía sobre
los estrechos canales
del alma,
le borró la visión
para siempre.
27 comments:
Bello el cambio en tu blog..
el poema precioso..
saludos fraternos con cariño
besos
y volver atrás no es renacer tan sólo es recuerdo...abrazos.
el momento del no-retorno
cuando la singladura conduce inevitablemente al naufragio
y el mar cierra los caminos de la retirada
un abrazo
Simplesmente lindo!
Beijinhosssssssss
No sé porqué, pero nos quedamos. Y vemos el barco hacer agua y los roqueríos. Pero el miedo a perder el amor nos deja atontados de frío. Y terminamos ahogados entre los restos de un navío que nunca debió ser y lo sabíamos.
Un abrazo
M.
Es extraño el abismo
Seduce
y no seduce.
Saltamos por la borda y
no.
Algo un tanto oblicuo sucede
cuando el espacio sobra y el sentido
se agota.
Ensayamos cegueras y luego no sabemos cómo regresar.
Lo mejor de las tormentas es que cuando pasan nos dejan ver todo mejor.
Casi siempre...
Hermosamente dicho, después de un naufragio, aunque sobrevivamos, no volvemos a ser los mismos. Abrazo.
una aguerrida lucha entre las olas de su corazon...
Bss
Magnífica comparación entre dos naufragios. Ambos igual de desoladores... Un abrazo enorme.
Firmo lo que dice Mar. Acertadísimo.
Es que el amor puede con algunos instintos y perdemos la brújula, y cuántas veces nos hemos alegrado de perderla.
Abrazazo amigo.
Una tormenta con delicadas sensaciones agridulces por esas imágenes borradas pero con la vitalidad de la calma que deja.
Un abrazo apreciado Fer!
Una vez que el amor escora, qué difícil, por no decir imposible, es enderezarlo...
Muy bello, Fernando.
Un abrazo y gracias por felicitarme por mi "hijo"
No hay vuelta atras cuando decidimos afrontar la tormenta de amor. Besos, cuidate.
Así pasa cuando no se hace caso. Un abrazo.
Las del alma son las peores tormentas, sin duda...
Besos
Vemos que se termina, pero nos quedamos hay...intentando arreglar algo que ya no tiene solucion.
Cuántos naufragos siguen zarpando a pesar de las tormentas...
Un abrazo.
Bendita tormenta que llegas sin aviso. y nos arrasas el alma y el corazón sin permiso.Que tengas un buen fin de semana.
Un abrazo.
La tormenta es el estado de ánimo que uno lleva dentro en cualquier batalla....
Saludos!
vaya...pensé que ya había dejado letras por aquí.
decía que el mar tiene algo de espejismos...esos que aparentar dejarnos ciegos, pero no es tal, después de la explosión de la espuma, todo está de nuevo allí..tan claro como al principio.
un abrazo, un abrazo allende la cordillera
bellísimo poema, mi querido amigo.
besitos primaverales.
Buenísimo este poema, te felicito. Voy a volver a leerlo antes de marchar de tu blog.
Un abrazo
Ah! el cambio no te lo había dicho, muy clásico y agradable.
Besitos!
es muy dificil saber cuando saltar sin considerarte un cobarde.
besos.
Como un nuevo Leandro naufragó.
besos y abrazos.
En cuestiones de amor deberíamos hacer caso al instinto que muchas veces deja su plaza al sentido común, pero nos volvemos dolorosamente irracionales y nos hundimos entre oleadas de dolor.
Un abrazo, Fernando.
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