En el fondo del río,
ahogado por las serpientes
de colores,
yace la piedra angular
de aquel amor
que me ofreciste
sin precio alguno.
Cuando las brumas
caen en días de invierno
recorro la playa
buscando tu rastro.
Un remolino asoma
sobre las aguas espejadas
y solo puedo escuchar,
ténuemente,
el rumor del viento
entre los árboles.
17 comments:
Que belleza!! Esa piedra angular que le da peso y bordes al amor siempre duerme en aguas de cualquier naturaleza. Es como una leyenda tu poema. Me ha gustado mucho.
Besos,
Maya
puede el rumor entre los árboles traerte un poco del ayer...abrazos.
Qué bello poema, Fernando. Agridulce. Me trajo reminiscencias de alguna historia que tengo archivada por ahí.
Un beso muy grande.
Cincelas la piedra con herramientas de poeta consumado.
Un poema breve, sustancioso.
Saludos afectuosos,
más vale ahogar aquello que no queremos que respire..
un abrazo, chau
Preciosa forma para describir el recuerdo de un amor
"...ese tenue rumor entre los árboles"
que bella imagen!
un beso!
Habré de sumergirme en ese mar, para hayar esa piedra.
Me gustó mucho.
Saludos.
que lindo poema amigo
a veces el viento nos habla en melodias, mientras buscando lo que hemos perdido
te dejo un abrazo muy grande y sigue llenando de versos el mundo, ya que lo haces muy lindo
muchos cariños amigo y que estes muy bien
besitos
besos y sueños
Senti cada uma de suas letras como se tivesse vivenciando-as!
Beijinhosssssssss
Triste pero valiente y sincero, seguro que acabarás encontrando su rastro exacto. un saludo
continua a cercare y encontraras siguiendo las huellas de ese rastro dejado ahi..
El 18 de julio de 1994, a las 9:53 un coche bomba destruyó la sede de la
AMIA (Asociación Mutuales Israelitas Argentinas) ubicada en Buenos
Aires. La explosión mató a 85 personas e hirió a otras 300. Catorce años
después, continua la impunidad, pero también el reclamo de justicia. Desde mi blog,
mi poema grita, apoyando esta causa. Espero que nos acompañes.
chévere (ja!, es lo más original que se me ocurre decir...)
Y es que el amor
es más tenue y suave
que el viento
pero su filo
deja una indeleble marca
para toda la vida...
Muy lindo, Fernando.
Tu amiga viajante,
Olie
Entonces, todo está perdido... Menos mal que aún nos queda el rumor del viento entre los árboles y la poesía. Besos, querido amigo, y muchas gracias por tu felicitación en el día del amigo.
Feliz Día del Amigo, Fernando! Y gracias por todo.
Un beso muy grande.
ojalá el viento removiera las piedras que perdimos...
precioso poema
un saludo
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